Una cagada

  Llegas a tu casa a las 23 30 hs. Te cocinas algo rápido, lo que podes, porque estas cansado y te queres ir a dormir. Entras al baño, levantas la tapa, y te das con un ser que se asoma peleando por su permanencia en este mundo. Una lucha entre el ser y la nada. Casi que tenia vida. Amedrentado ante semejante escena, y medio atontado por el repentino olor que invade tu humanidad, acercas tu dedo indice hacia el botón. Ese botón mágico que hace que nuestros desperdicios desaparezcan para nunca mas volver a verlos. Nadie sabe verdaderamente a donde van, y es preferible no saberlo. Tu dedo se hunde junto con el botón generando la instantánea aparición de agua por los bordes de ese trono que corona como reyes a toda la humanidad, sin distinción de color, etnia, lengua, religión, país o lo que fuere (nadie mas socialista en este mundo). Pero sabes que tu intento es en vano. Que ese ser anfibio que se asoma, no se va a ir.

  Lógicamente, lo que tenias planeado hacer, te lo guardas. A esta altura, ya solo queres irte a dormir buscando borrar esa imagen de la cabeza.

  Y te vas pensando... ¿quien habrá sido el hijo de puta que no se hiso cargo de su cagada? 

  Poniendo toda la cuestión ahora en primera persona, por que eso fue lo que me paso hace unas noches atrás, me decidí a no solucionar nada. A partir de ahora, que cada cual se haga cargo de su cagada. En este hermosisimo país que no cambiara por nada en el mundo, lo cual no significa que no cambiaría cosas características de los seres que lo habitan, tenemos la costumbre de no hacernos cargo de nuestras cagadas. Ante cada cagada que me mando, me hago el boludo. Total, alguien vendrá atrás a solucionarlo después. Sin darnos cuenta que, muchas veces, nosotros mismos seremos esa persona que venga después a solucionar la cagada del otro, (o del orto). Entonces yo me pregunto, ¿por que no soluciona cada cual su cagada, así nadie tiene que andar metiendo la mano en mierda ajena? Todo seria mas simple, nos ahorraríamos puteadas, broncas y tantas otras cosas... Es sumamente fácil, no estoy planteando la revolución. El problema es que ante todas las cagadas existentes, nadie es el responsable. "Yo llegue y estaba así", debe ser de las frases mas escuchadas en esta sociedad. Parecería ser que en este país, nadie caga. Así y todo, esta lleno de cagadas. Pero claro, siguiendo la lógica, no le pertenecen a nadie. Quizá sean cagadas extraterrestres, y los marcianitos no sean tan adelantados, pulcros y civilizados como los suponemos...

  La cuestión es que al día siguiente, cuando me levante, me dirigí al baño. Y si, iba pensando en si me iba a encontrar con un extraterrestre cuando levante la tapa. Pero ya no estaba, se había ido por esa mágica tubería hacia la nada. Que bueno me dije, alguien aprendió la lección y se hiso cargo de su cagada (o el lugar de boludo le toco a otro que no fui yo, pero arrancaba el día y prefería ser optimista pensando lo primero). Pero de pronto tuve un leve palpito... un sexto sentido me encendió una alarma. Así que acerque nuevamente mi dedo indice al botón y deje que se hunda lentamente junto con el a medida que brotaba el agua... Lo que suponía. La cagada había sido metida debajo del tapete (en este caso, evacuada hacia ese misterioso lugar que no debemos conocer). Otra hermosa característica nuestra. Con una lavadita de cara lo solucionamos, así logramos que la cagada pase a ser de otro, como me hubiera pasado a mi si hacia uso del trono sin verificar antes el estado de la cuestión... Así es que a pesar de que alguien elimino la evidencia material, la cagada persistía.

  Vencido, porque ya no me quedaba otra, me tuve que poner, como tantas otras veces, en el papel del boludo, haciéndome cargo de cagadas ajenas.

  De toda esta enormisima y gran cagada, rescato esta reflexión, que comparto humildemente con ustedes. 

                                   ¿Es muy utópico lo que estoy pidiendo?