miércoles, 26 de octubre de 2011

El vuelo del moscardon

  Que abandonado te tengo blog querido. Y me lo tienen que recordar desde España... Que loco como cambiaron los tiempos y las distancias, entre tantas otras cosas. Ando muy falto de inspiración, o de ganas de escribir. Nono, ganas de escribir tengo, el problema es que ando con el cerebro tan cansado por tantas cosas últimamente que, cuando la posibilidad de hacer una pausa, es para descansar. O leer... ahí esta la cuestión, para relajarme de todo lo que me dan en la facu, me pongo a leer. Y así es como termine metido en un trabajo de investigación para presentar en unas jornadas a fin de año. Claro, me dije "ya que estas tan relajado con la facu, metete en algo extra". Y acá estamos. Pero ese TP si que esta bueno, ojala salga algo piola. Cualquier tipo de enseñanza debería dar mas lugar a las cosas que a uno realmente le interesan... hay un punto en que cada uno debería poder ir armando su propio camino, distinto al del resto, con las cosas que se va dando cuenta que le apasionan. Pero no. Todos tenemos que tener la misma formación. Deja lo que te guste, deja lo que te apasione, deja lo que te llene; porque tenes que hacer lo que el sistema educativo considera que es lo mejor ¿para vos? ¿o para satisfacer necesidades de un ente que esta por ensima de todo?. Que tema tan complicado... educar a todos bajo las mismas normas, con los mismos tiempos, con los mismos esquemas, cuando somos todos completamente diferentes... El sistema educativo es una mierda, no tengo duda, el problema es que no se me ocurre otra alternativa. Si se cambia la educación, hay que cambiar muchas cosas de la vida en general (no me gusta usar la palabra "sistema"), porque uno responde a las necesidades del otro...
  Bueno, se nota que los conflictos que venia arrastrando de hace unos meses con la educación no están superados. No solo eso, sino que están potenciados. Se necesita hacerle cambios urgentes, lo cual veo poco probable. 
  Por suerte este finde la desconecto un poco. Me obligue a eso.

Gracias davi por hacerme escribir!!! jajaja, espero que el próximo post no tarde tanto como este... 

viernes, 7 de octubre de 2011

Nada interesante que contar...

  Hormigas caminan por el piso de mi cuarto. Mientras tanto, estudio. Algunas trepan a mis pies, los cuales sacudo, me hacen cosquillas, y ellas siguen su rumbo como si nada. No tienen rumbo. O su rumbo es precisamente no tenerlo. Simplemente caminan. Vienen, van, dan vueltas, paran en un punto, vuelven a arrancar. ¿Sentido? Parecería que ninguno... ellas lo sabrán. Sigo con mi estudio... Martinez de Tineo ingresa al Chaco hacia 1750, hay que pacificar a esos revoltosos indios... Uno hormiga, ahora con alas, camina sobre mis apuntes. Y sigue caminando, sobre una linea del tiempo que sin saberlo, se la llevo al Tucuman de fines del siglo XVI. Camina, todavía, aunque tiene alas. Avispas y abejas vuelan por mi cuarto. Demasiado polen cerca. Todo bien, no me molestan. Martinez de Tineo, en buena relación con los jesuitas, entrega los fuertes de sus avanzadas a la Compañía. Siendo indios nomades, la unica forma de dominarlos es estableciéndolos en un lugar fijo. También ingresan arañas. Mi cuarto es un club social. Hace dos noches, alrededor de la una de la mañana, mientras hacia un TP con la puerta que da al jardín abierta (mi cuarto tiene dos puertas, la de todo cuarto, y una que me da directo a un jardín, es genial) se metió un gato. Entraba tranquilo, como en su casa. Recién me vio cuando paso al lado mio y yo lo mire. Ni se sobresalto, simplemente pego la vuelta y salio por donde había entrado. Pero con las arañas no tengo la misma onda que con el resto de los bichos... Me fascinan, pero si su tamaño alcanza el de la uña del dedo gordo, tengo la obligación psicologica de matarlas. Perdonen. Se nota que últimamente subio mucho la temperatura, y va cayendo el sol. Arranca el partido de Argentina por las eliminatorias. Yo sigo estudiando, mientras otra hormiga, con o sin, rumbo, trepa por el termo, llega hasta la punta, da unas vueltas, baja y sigue... Me río, me sebo un mate, mientras leo como los jesuitas comerciaban junto a los guaraníes la mejor yerba mate del periodo colonial. Con las técnicas indigenas, claramente, no con la implementada por los españoles, que sacaban mayor cantidad, pero de peor calidad. Monopolizaron el comercio de yerba mate en el Paraguay. Demasiado monopolio, demasiado poder, demasiada prosperidad económica, demasiado buenos con los indios, los echaron. 
  Y acá estoy yo, sebandome otro mate, enterándome de un poco de la historia de este brebaje y de este territorio; cada bicho sigue en la suya...