domingo, 30 de diciembre de 2012

Regalos de ciudad

  Compostura del calzado. Entraba a buscar una zapatillas que había dejado a arreglar. - "Para el viernes después de las 18 hs están",  me habían dicho. Eran las 18:20 hs aprox. del viernes. Una sola persona antes de mi turno. Lo veo de perfil y se me hace conocido. El gordo, excelente baterista, de aquellas épocas mayoleras, ademas de excelente persona. Que alegría venir a cruzarmelo después de tanto tiempo. Y que extraño lugar para el reencuentro.
  Ahí nomas nos damos una fraternal abrazo y nos ponemos al día con los acontecimientos de los últimos 3 años, tal vez 4. Música  bandas, facultad, laburos, novias, vida... en fin, todo lo que uno se pone a charlar con alguien que hace mucho que no ve y del cual no tiene noticias.
  La señora detrás del mostrador termina de atenderlo, le alcanzo mi papelito con mi respectivo arreglo y empieza a buscarlo. Nosotros seguimos meta charlar. Abajo del mostrador. Nada. Se va para arriba, ahí parece que esta el taller. Seguimos informándonos  Baja con las manos vacías  - "Te pido mil disculpas, recién están pegándolas, van a estar para mañana antes de las 13 hs". - "Esta todo mas que bien", le digo. Haberme encontrado con el gordo acá ya justificaba toda la movida de las zapatillas. Salimos, la novia estaba en el auto esperando, seguimos con la charla. Nos despedimos con otro abrazo, nos actualizamos celulares, cada uno sigue por su lado.
  
  Llego a mi casa, dejo cosas, agarro otras, y parto al depto de mi hermana a conocerlo y compartir un birrin. Hermosa caminata de veinte minutitos, para ir rememorando el barrio y las andanzas. Acompaña Lisandro con su disco nuevo. Mejor imposible. La ciudad con Lisandro tiene otro sabor, un poco mas dulce, pero sin empalagar, recubriendo todo con un aura de melancolía sur. 
  Doblo por Av. Centenario, hago una cuadra, y ahi estaba el otro regalo de Buenos Aires. Una camioneta parada en medio de la avenida, una moto, y un hombre inmóvil en el pavimento. Muchedumbre alrededor, autos que disminuían la velocidad para ver mejor, gente que salia de los negocios y se sumaba al espectáculo . Escalofrío  bajo la mirada, me vuelvo a mi Mundo Anfibio. Sigo caminando. Hago dos cuadras, una vieja con un caniche blanco ala en brazos bajándose de un auto en una esquina me mira fijo. Noto que esta moviendo los labios. - "Me debe estar preguntando algo", pienso. Me saco los headphones, Mundo Anfibio se desvanece  - "¿Lo mato? El hombre de la moto, ¿esta muerto?". - "No tengo idea señora, no me quise quedar a averiguarlo". - "Hay si es verdad".
  Devuelta a mis headphones, sigo mi camino. Dos cuadras mas, alrededor de dos temas y medio después de haber visto el accidente, escucho la sirena de ambulancia que viene a lo lejos. Mucho transito, poco espacio, ciudad, gente, kilombo. Finalmente logra abrirse camino y pasa a toda velocidad. El hombre con el casco sobre el pavimento, al lado de la moto, aparece ante mi. 
  Y mientras escribo esto, aparece "La noche boca arriba".

jueves, 27 de diciembre de 2012

Aereas

  Venia en LAN para Bs As. A mitad del viaje, pasan las azafatas repartiendo unos papelitos y lapices. Me fijo medio dormido de que se trata mientras suena El artista en vacaciones, de Tomi Lebrero. Empezà a pensar en tus deseos para el 2013. Mas abajo una lista de cosas que a uno le gustaría hacer en el nuevo año que se avecina, para que uno tilde aquello que cree necesario. Luego, un espacio para que uno complete lo que quiera. Lo vi, me reí, tomi seguía cantando, cerré los ojos y volví a mi mundo.
  Una vez que aterrizamos  me di cuenta que en el asiento de mi derecha, vacío, estaba enganchado el mismo papelito pero de un viaje anterior. Lo tome. Se ve que a alguien si le gusto la idea de los deseos, y los dejo plasmados en el folletito de LAN :
 El próximo año quiero... sorprenderme con las pequeñas cosas de la vida - descubrir nuevos lugares - jugar mucho con mis hijos. También deseo un nuevo año en el que... muchas cosas cambien y se me aclaren las ideas

  Yo opte por guardarme el lápiz. Me venia muy bien.

  Esperando recoger mi bolso en esas maravillosas cintas que dan vueltas de las cuales aparecen todo tipo de elementos de viajantes desde atrás de las cortinitas plásticas esas cual mundo de fantasía  vi al doble exacto de Emmett Brown, sisi, el Doc de Volver al Futuro. Ah, mientras tanto, una chica había sacado su guitarra y con una hermosa voz cantaba sentada en el borde de la cinta contigua.

  Los no-lugares tienen un encanto muy particular que no paran de atraerme... imposible pasar por uno de ellos sin rescatar alguna historia, o no-historia.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Historias minimas

  Viernes 19, 9 AM. Ultimo día a la facu para rendir algo en el 2012. Rendir... mas que rendir era exponer un trabajo final, muy tranquilo. Eramos 8, yo figuraba ultimo en la lista. A eso de las 12 llega mi turno. Sabia perfectamente bien que tenia que decir, era explicar brevemente mi trabajo, en que me base, que tema elegi, porque el titulo, etc. En cuanto puse los ojos en la primer pagina para arrancar, vivi uno de los deja vu mas grosos que tuve en mi vida... Miraba las hojas y pensaba en el deja vu. Nada mas. Levante la mirada y vi a todos esperando a que arranque... y el deja vu continuaba  Las ideas de lo que iba a decir se me borraron completamente. Mi cabeza era una enorme nebulosa. Esteeeeeee para mi monografia quise profundizar un poco en la cuestión del dadaismo... eeeeeeee..... en como es que se produce la destrucción del objeto.... eeeeee deja vu. Me habia sacado todas las ideas, solo pensaba en que estaba viviendo algo que ya vivi en algun momento, de algun modo. Parti de una tesis doctoral que encontré por internet... eeeeee.... sobre el pensamiento de Trsitan Tzara.... mmm.... donde se puede leer la importancia de la filosofía  y de Nietzsche en particular, para los dadaistas... Nubes... ideas entrecortadas. El deja vu me dejo completamente en offside.
  Después pude agarrar el hilo de lo que tenia que decir y paso el momento. Pero fue una sensación muy extraña, ese momento en que uno se da cuenta que la imagen que tiene ante si ya la vio, en ese mismo contexto, exactamente igual.

  Hace unos tres días caminaba con mi novia por una de las peatonales salteñas. No me acuerdo que andabamos buscando, pero tampoco importa. Lo que si importa es que en determinado momento pasamos frente a una jugueteria que tenia en vidriera variedades de helicópteros a control remoto. Los dos nos plantamos de frente a analizar los bichos voladores, precios y modelos. Se nos caía la baba. Queriamos que nos regalen uno de esos. Queríamos ser niños felices con juguete nuevo y todo el tiempo del mundo, dedicado solamente para jugar. Para jugar y ser niños. Siempre simule con mis manos el vuelo de mis naves en mis aventuras en planetas imaginarios. Algun avion de juguete que atravesaba el cielo de mi cuarto en batalla contra alguna fiera indomable, con la ayuda terrestre de algún playmovil, o un G.I Joe, tal vez. Pero tener un juguete que realmente levante vuelo, nunca me había pasado.
  Cuando los nuemeros con el signo $ sobre la caja nos dieron un par de cachetazos de realidad, nuestras cabezas volvieron al asunto que nos llevaba hasta ahí y seguimos nuestro rumbo.
  Tres días después, viajo a Bs As, a visitar a la flia. Llego a mi casa, entro, y veo sobre el piano la caja de uno de los helicópteros a control que había visto en la vidriera en Salta. Regalo de amigo invisible para mi hermano. Tome el control, encendí los motores, y a volar.

martes, 18 de diciembre de 2012

Andronic y la serpiente

  Ayer arranque, después de no se cuanto tiempo, una novela. Por motivos de facultad y de excesivas lecturas, hacia tiempo que no me daba el tiempo para esas lecturas relajadas y placenteras. Es decir, de otro tipo de relajo y de otro tipo de placer, no el de las lecturas académicas, por decirlo de algún modo. Andronic y la serpiente, de Mircea Eliade. El descubrimiento de este filosofo e historiador de las religiones este año creo que va a marcar mi vida para siempre. Este año leí El mito del eterno retorno y Lo Sagrado y lo Profano, dos libros que me volaron la cabeza. Ayer empece a experimentar su faceta de novelista y es igual de genial. No abandona nunca el trasfondo simbólico  metafórico  fantástico .. es como sus teorías pero aplicadas a una novela, con las libertades que ello conlleva, ya que no esta haciendo un escrito académico.
  Mezcla de realidad y fantasía  sin marcar nunca el limite de cuando es una cosa y cuando la otra. La lectura te va llevando de una cosa a la otra con una sutileza exquisita, relatando cosas por demás simples pero que te mantiene sin poder largar el libro. Cosas cotidianas, pero que se puede vislumbrar que en el fondo hay algo mas, que se viene algo mas, que hay mucho mas de todo lo que se esta diciendo.
  Andronic, este extraño personaje que aparece en medio de la ruta camino al monasterio, hace ubicar a todos contra las paredes en completo silencio ya que una serpiente se encuentra cerca. Dice que la puede dominar y expulsar. En medio de una especie de encantamiento, todos obedecen. El, en medio del salón  empieza a recitar unas palabras, algo así como un conjuro  con el cual atrae a la serpiente y le ordena que no muerda a nadie y que se valla... Todos los comensales que habían organizado la ida al monasterio, con el fin de que el Capitán Manuila se comprometa con Dorina, a lo largo de todo el ritual de Andronic son sumidos en una especie de somnolencia desde la que ven todo lo que acontece como desde un sueño.Yo también comencé a cabecear, a medida que mis ojos intentaban cerrarse y buscar reposo. Asi, en medio de todo ese contexto somnoliento y fantástico que se iba levantando frente a mi, yo me senti un protagonista mas de la novela, que había sido alanzado por los encantos de Andronic.
  La serpiente que aparecía, los ojos que pesan, Manuila que desconfía de Andronic, las mujeres maravilladas por este extraño joven, el señor y la señora Solomon como petrificados contra el muro, una pagina mas y termino el capitulo, no lo puedo cortar acá .. no ahora, Andronic hablando con la serpiente, la serpiente relacionada con una muerte pasada en el monasterio, la luz de la luna llena iluminando el centro de la escena, mis ojos cerrados que vuelvo a abrir y buscan retomar la idea, solo unos párrafos y termino, el capitán medio dormido que empieza a ver todo con admiración, el joven Vladimir, la serpiente que obedece,  Liza y el retorno a la primer pagina en la que aparece evocada la escena... el punto final, y caigo profundamente dormido.

Crónica de una tarde sin manteca

  La distancia que hay entre un pan con manteca o sin manteca, es equivalente a la distancia que hay entre el hombre y el mono. Es decir, una pequeñísima diferencia, pero que puede marcar un salto gigantesco. 46 cromosomas o 48... untado en manteca, o sin nada.
  La manteca tiene una magia especial que me hace disfrutar cada pan como si fuera único  No puedo dejar de comer mientras los tenga enfrente mio. Claramente acompañados, ademas, de miel o algún tipo de mermelada. Pero si no se tiene manteca, por mas miel, mermelada o pan exquisito que se tenga, la historieta cambia. No se porque, pero esa delgadisima capa mantequil cambia completamente el sabor del conjunto. 
  Hace unas semanas compusimos con mi primo una oda titulada "Crónica de una tarde sin manteca"... habíamos ido a la panadería  teníamos variedad de pancitos exquisitos, miel casera (no se supermercado), los mates listos, una hermosa tarde y... nos dimos con que no había manteca. Todos nuestros planes se vieron desbaratados por su ausencia. Los dos cromosomas que diferencias al mono del hombre.