martes, 18 de diciembre de 2012

Crónica de una tarde sin manteca

  La distancia que hay entre un pan con manteca o sin manteca, es equivalente a la distancia que hay entre el hombre y el mono. Es decir, una pequeñísima diferencia, pero que puede marcar un salto gigantesco. 46 cromosomas o 48... untado en manteca, o sin nada.
  La manteca tiene una magia especial que me hace disfrutar cada pan como si fuera único  No puedo dejar de comer mientras los tenga enfrente mio. Claramente acompañados, ademas, de miel o algún tipo de mermelada. Pero si no se tiene manteca, por mas miel, mermelada o pan exquisito que se tenga, la historieta cambia. No se porque, pero esa delgadisima capa mantequil cambia completamente el sabor del conjunto. 
  Hace unas semanas compusimos con mi primo una oda titulada "Crónica de una tarde sin manteca"... habíamos ido a la panadería  teníamos variedad de pancitos exquisitos, miel casera (no se supermercado), los mates listos, una hermosa tarde y... nos dimos con que no había manteca. Todos nuestros planes se vieron desbaratados por su ausencia. Los dos cromosomas que diferencias al mono del hombre.

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