Querida amiga;
¿Por qué esa insistencia en aparecer a cuenta gotas? Oscuro
laberinto el de la memoria que encierra su minotauro. ¿A quién tendrá cada uno
encerrado? La vida nos enfrenta a descubrimientos y desafíos que ni siquiera
andamos buscando, ¿Qué hacer con ellos? Como veras, son muchas las preguntas
que me persiguen y son pocas las certezas, pero una pregunta bien formulada
vale tanto o más que el hallazgo de su respuesta, son faros necesarios para el
transcurso de la vida sin importar si tocamos puerto. Un aparente viaje a la deriva
bien timoneado y con un norte cambiante.
Hoy caminaba y pensaba en cómo con paciencia todos los
caminos que uno fue tomando van cobrando forma y sentido con el transcurso del
tiempo (otra vez el tiempo, ¿tendré acaso una obsesión con él? ¿Qué es lo que
tanto me atrapa? Pero sería poco honesto no contarte también el vértigo miedo
adrenalina incertidumbre que causa el no tenerlo todo claro y trazado con tiza
blanca sobre una pizarra negra. Algunos granitos de la sal de la vida radican
en esa incertidumbre, ¿no te parece? Es que cuando uno no sabe cuál es su
camino no hay más que entregarse de lleno a los vaivenes de aquellos que vallan
apareciendo. Tarde o temprano la bolilla deja de rodar y cae en algún casillero
con un número y color que alguien canta. Pero esa caída solo cobra sentido si
se transforma en trampolín para nuevos giros, giros que deben ir a contramano del
de todos esos cuadraditos que obedientes se mueven acompasados hacia el mismo
lado. Sería muy aburrido quedarse para siempre estancado en el negro 17, ¿Por
qué no saltar a la siguiente docena y ver que hay?
Es entonces que el camino se bifurca constantemente
insistentemente cada día en cada esquina. Esa pequeña e insignificante decisión
sobre si tomar el 29 o caminar hasta el línea D. Ir a hablar con esa chica que
mira en la otra punta de la barra y tener una noche de abrazos y olvido o
permanecer indiferente ensimismado en pensamientos que duran tanto como la
espuma de la cerveza que tengo en mi mano. ¿O podría decir tanto como ese
abrazo y olvido en una noche sin luna sin estrellas sin nubes sin ser sin nada?
Pero todo busca refugio en algún recóndito rincón que sale
intempestivamente a nuestro encuentro al encender un insignificante fósforo al
oler un apretado perfume en el subte al pasar frente a una disquería. Al hacer
orden de carpetas viejas es cuando más fuerte golpeas oh esquiva memoria
empecinada en archivar lo que se te antoja, porque ahí el golpe es de puño y
letra, de viva imagen escondida detrás de un amarillento papel de diario. Y la
piel se eriza y el corazón late y las fichas del domino empiezan a caer una
detrás de otra a toda velocidad pegando giros y bifurcaciones para volver a
encontrarse en un beso perdido y trenzado en lágrimas, y una última ficha con
dos solitarios puntitos negros separados y enfrentados por una línea cae al
vacío. Y el domino detiene su andar en el centro de un jardín de invierno
cuando afuera comienza a florecer la primavera. Adentro llueve rocío.
wow wow wow....impresionante!!!!!!!!!!!!!!!
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