martes, 14 de julio de 2015

Flor de Lino

  El suave andar del tren se hacia uno con la somnolencia que ganaba mis parpados. Si no me encontraba ya dormido, era tan solo porque viajaba parado. Aunque no estaba lleno, no había asientos vacíos. El suave y monótono andar era apenas interrumpido por el murmullo de alguna pareja charlando, algunos vendedores que pasaban y la voz femenina que anuncia las estaciones por altoparlante. Si uno ponía mucha atención, también se podía sentir algún headphone reventando oídos. El aire era pesado, pero no sofocante. Afuera, un cielo gris cubría la ciudad. –En cualquier momento, lluvia-, pensé. –Usted está en estación Acassuso-, oigo decir a la voz, -próxima estación…- Esperanza, digo para mis adentros, recordando el viejo disco de Manu Chao e invitando a sus acordes y soniditos a subirse a mi tren.

  Pero la música de mis recuerdos es desplazada por el resgueo de una guitarra y el aire silbante de un bandoneón que irrumpieron en la escena. La melodía de Flor de Lino se abre paso esquivando gente, asientos, bastones y paraguas, rompiendo la monotonía del ambiente. Con la mirada recorro el camino inverso buscando a los benditos responsables. Mitad del vagón, un joven de boina con la guitarra criolla colgada, y una señorita sentada con el bandoneón en su regazo. El sueño bajó en Acassuso. La magia citadina se apodera del vagón, los murmullos se interrumpen, los tres chocolates por diez pesos que esperan su entrada también disfrutan del momento. El impertérrito altoparlante es el única osado en levantar la voz por sobre la marea de lino. La misma que instantes después me saca de mi estupor.


  Lentamente desciendo del tren abandonando la burbuja espacio-temporal en que me había zambullido. Parado frente a él, oigo los últimos acordes tras la puerta que se cierra. Doy la vuelta, y subo las escaleras de la pasarela para cruzar al otro andén. El tren, ahora momentáneamente debajo de mí, reanuda su camino, a su próxima estación. -¿Qué tema seguiría en el repertorio?-, me pregunto. -Cual será mi próximo tema…-, me replica otra voz. Flor de Lino, qué raro destino, truncaba un camino, de linos en flor..., silbaba por lo bajo, camino a mi casa, con la humedad de Buenos Aires sobre mis hombros.

4 comentarios:

  1. estupor: Disminución de la actividad de las funciones intelectuales, acompañada de cierto aire o aspecto de asombro o de indiferencia. Así lo defínía la Real academia. Creo que mejor palabra no podría encontrar para mis adentros, nostalgia, dolor, triteza y llanto desolado.
    ¿Jesus esta?. ¿Quien es el?. Que bien te sale
    Escribo...para que escribo. ¿Para quien escribo?.

    Mati Flor de Lino es una cancion? xq no sé.

    en casa se murio un michi, ella tenía todas las ganas de vivir. Pero un día se fué y la extraño. Lunalú le decía, almenos yo la bauticé asi. Jaja. Baha. no me hagas caso. Parece un confecionario de lagrimas, este espacio.
    Luz Matiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

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    1. https://www.youtube.com/watch?v=8ndv2DMJ0sk

      Luz para ti tmb...

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    2. https://www.youtube.com/watch?v=CYFUiYoYPbg

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  2. hola viejo amigo del espacio.

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