Hay un tipo de estudiante universitario muy particular. Suelen ser aquellos que, vallas el día que vallas en el horario que sea, están dando vueltas por la facu. Te los cruzas en pasillos, fotocopiadora, en las escaleras, sentado en banquitos, en todas partes; siempre están. Dentro de este tipo de estudiantes hay unos que tienen la característica de andar siempre cargando libros en la mano. 2,3, quizá 4... pero nunca menos de dos. Estos libros son siempre de la biblioteca, sin temor a equivocarme. Lo curioso es que a pesar de que lleven mochila, los libros de la biblioteca los llevan en la mano, nunca se sale de pedir el libro y se lo guarda. Nono.
A su vez, este tipo de estudiante tiene su paralelo con un tipo de profesor. Son aquellos que entran al aula y despliegan por todo el escritorio los libros a los cuales hará referencia a lo larga de la clase. Puede que los tome para citar algo, puede que no. Lo importante es que cada vez que nombre a alguno de ellos o su obra, la busca por el escritorio, la levanta para mostrarla, dice unas palabras al respecto, y la vuelve a dejar.
Acabada la clase, junta todos sus libros bajo el brazo, y parte.
Ambos perfiles son casi exclusivos, creo yo, de la Facultad de Humanidades. Desconozco que ocurre realmente en las otras facultades, pero por lo que se ve por los pasillos de la Universidad, me animo a decir que es así.
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