Etimologias

  Con este post doy por inaugurada una nueva sección del blog. El año pasado la empece a delirar con la cuestión de la etimología de las palabras. Al zambullirse en ellas, un océano se comienza a abrir ante nosotros. Una simple palabra, a la que le dábamos un significado, nos puede llevar por los caminos mas impensado hasta hacernos llegar a un puerto nunca antes visitado. Hay un mundo que corre paralelo al nuestro cuando nos topamos frente a las palabras. Mediante esta sección quiero, de a poco, ir abriendo sus puertas. 

  El comienzo será con la palabra estupefaciente.

  Al pensar en ella, lo primero que relaciono, es estupefacto. El diccionario de la real academia la define como "atónito, pasmado". Si buscamos estupefacción, a lo anterior le agrega "estupor". Con esta palabra, volvemos a la raíz de la que partimos, y desde la medicina se la entiende como la disminución de las actividades intelectuales. Si vamos a su raíz en latín, tenemos stupefactus, formado por el verbo  stupere que significa quedar paralizado, quedar aturdido, y facere, hacer. Lógicamente, de aquí viene estúpido, y también se encuentra muy relacionado "estulto" (stultus), necio, tonto. 

  Si buscamos estupefaciente, el diccionario nos dice "que produce estupefacción", que como vimos, nos da atónito, pasmo, estupor. Luego agrega "sustancia narcótica que nos hace perder la sensibilidad". Llegado a este punto, creo que se pueden ver diversos errores serios en cuanto a su uso vulgar. ¿Que sustancias son estupefacientes? Por un lado, podemos tomarlo desde su etimología latina, y así hay una enormidad de cosas que nos pueden dejar paralizados, atónitos, pasmados, y mas que en "drogas", pienso en situaciones diarias, un buen disco, un viaje, un paisaje, una atardecer, un libro, y una largo etc. Si, también un buen churro o una ingesta de hongos nos puede producir todo eso. Pero de aquí se desprende otra cuestión, la RAE nos dice que  el estupefaciente es una sustancia narcótica que nos hace perder la sensibilidad... Narcótico viene del griego y significa somnolencia, hasta ahí estamos de acuerdo. Pero luego la RAE nos agrega relajación muscular y embotamiento de la sensibilidad. Este ultimo es el que me choca. ¿Desde cuando unas buenas flores te hacen menos efectiva la sensibilidad o los sentidos en general? Si produce adormecimiento, por lo que es un narcótico, pero hay que redefinir la cuestión en torno a los sentidos... Por otro lado, todo se puede ir tornando bastante subjetivo, un vasito de vino a mi me seda, y probablemente duerma como un bebe. ¿Se considera al vino un narcótico, o un estupefaciente?

Con este breve análisis, habría que ver que se considera como estupefaciente. Teniendo en cuenta todo lo visto, el concierto para piano de Ravel, puede ser un estupefaciente, o también la lluvia. Quizá haya que quitarle la carga negativa que esa palabra lleva. Me estoy dando cuenta que amo los estados de estupefacción, pero no soy ni un drogon ni un estúpido. Tal vez, cada tanto ser un estúpido no tiene nada de malo, y todos deberíamos serlo de vez en cuando... ¿es todo esto compatible? ¿No hay varias contradicciones desde la etimología y el uso que hoy le damos a estas palabras? 

                           Bienvenidos a un nuevo mundo.